Caen mis párpados cargados de cansancio...
Cae tu voz como una campanada en el silencio...
Cae el pájaro en picada
y la lluvia cae por agujeros miles en el cielo.
Caemos todos, agonizantes, yertos,
cae él, ella, aquellos, los que siguen,
cae la vida en el reloj de arena, grano a grano...
Y en regalo de paz a mi memoria llegan los versos del gran Rilke,
...pero hay Àlguien que acoge esta caída
con suavidad inmensa entre sus manos...
