Donde estás tú mi Dios?
en que átomo misterioso de mi cuerpo te escondes, en que momento fugaz conviertes lo inmaterial en material?, el pensamiento en rosa hecha?
Te busco en el silencio de mis interiores, te busco en las cámaras ocultas del universo que habita en este cuerpo.
Me sumerjo en tus vacíos llenos, en tus soledades, me adentro en el desierto, en la árida planicie de mi espíritu errante; y trato de descubrir el destello de luz que produces cuando le das forma a lo informe, cuando te revelas cuerpo, carne, solidez aparente...
Pero eres tan sútil, tan invisible en tu juego de luces que aunque abiertos mis ojos no ven nada. Mi espíritu te siente...eso sí!...te intuyo y trato de apresarte, de aferrarme a lo inabarcable y un momento fugaz y repentino me deja esuchar tu risa, de travesuras llena, y siento el viento fresco que produce tu roce en escapada.
Así me quedo sola, reviviendo de nuevo la inevitable sensación de pájaro en su jaula y esperando el momento en que Tú me liberes de esta cárcel de carne que me has hecho.
Donde estás tú mi Dios?
Porqué no vienes?
